Me gustas porque “por dentro eres de colores”. Porque haces mi vida
especial. Porque me has enganchado. Me gustas porque persigues tus sueños y nunca dejas de luchar. Porque
eres fuerte, física y mentalmente. Porque te has hecho a ti mismo. Porque vales
lo que no está escrito. Me gustas porque me haces sentir cómoda y segura contigo. Porque vives
tus pasiones. Porque siempre eres TÚ.
Me gustas cuando me guiñas un ojo y me sonríes. Cuando te quedas
mirándome fijamente a los ojos. Cuando somos uno y me susurras al oído que soy
tuya. Me gustas cuando me llevas en coche. Cuando te esfuerzas en
sorprenderme. Cuando me mandas al carajo; pero más me gusta que me hayas subido
a la luna a vivir…
Me gusta el color nuevo que usas para pintar mis días, tus buenos días
y tus buenas noches, tu transparencia y claridad. Me gusta que se te vea venir,
que seas humilde, que no olvides tus orígenes ni tu tierra. Me gusta pensar en
ti, ir “a todo gas” contigo, que estés ahí para mí, que me dediques canciones,
que hables orgulloso de mí, que compartas todo conmigo. Me gusta tu sentido del
humor, que siempre consigas hacerme reír, que se dibuje una sonrisa en mi cara
al escuchar tu nombre. Me gusta que me beses y cómo conduces, y ser tu
copiloto. Me gusta que cuentes conmigo, que me incluyas en tus planes y en tu
círculo, que me enseñes cosas nuevas. Me gusta tenerte en casa, cocinar para
ti, que me hagas ser mejor cada día, que me des lecciones de vida. Me gusta que
me moleste que lleves razón, tu forma de pensar y tu filosofía ante la vida. Me gusta cómo me tratas, que siempre saques tiempo para mí, y sentirme
tu princesa. Me gusta que no seas fácil de llevar, y eso me suponga un reto
diario; y que vayas de duro, pero que, en el fondo, seas el bicho más bonito
del mundo. Me gusta que hayas llegado a mi vida para quedarte. Me gusta que me
hayas ganado. Me gusta que me gustes. Porque, cada día que pasa, me gustas más.
Después de esto, ya no podré decirte por qué me gustas…porque ahora me
encantas.